lunes, 30 de junio de 2014

Crea conversaciones de valor con tu equipo de trabajo

Las personas evitan conversaciones difíciles por varias razones, un experto te dice cuáles son y cómo lograr una comunicación de valor con tus colaboradores.

Para tener relaciones y equipos de trabajo altamente funcionales es esencial que seas derecho responsablemente en tu comunicación.

 

Ser derecho con las personas y decirles lo que no funciona es una tarea complicada, especialmente si no están acostumbrados a ello. Por lo general, las personas evitan tener conversaciones difíciles y cuando las tienen lo hacen de una manera poco constructiva.
Las personas evitan conversaciones difíciles por varias razones, entre las cuales se incluye:
1) No querer lastimar al otro y empeorar la situación,
2) Se sienten incómodas al hacerlo, y
3) Porque piensan que con el paso del tiempo las cosas se arreglarán por sí solas.
Estas tres razones pueden parecernos lógicas pero no funcionan, ya que en última instancia perdemos mucho más al retener nuestra comunicación que al ser derechos y responsables con ésta.
Ser responsable en tu comunicación implica que asumes tu responsabilidad en el asunto. Ningún problema se genera separado de ti, por lo que si tienes algún conflicto con alguien puedes estar seguro que algo tienes que ver. (Te recomendamos leer: ¿Qué hacer para generar un ambiente de trabajo feliz?)
Por otro lado, también implica que eres responsable de las palabras que usas a la hora de comunicar.
Algunas personas piensan que ser derecho es igual a externarle todas tus opiniones a la otra persona. Eso no es ser derecho, es ser insensible e irresponsable.
Así que si estás comprometido a tener relaciones y equipos de trabajo altamente funcionales es esencial que seas derecho responsablemente en tu comunicación.
A continuación te decimos cómo hacerlo:

1. Comunica casi inmediatamente

Uno de los errores más comunes en la comunicación es retenerla y dejar que pase el tiempo, todo con la esperanza que eventualmente se olvide y suavice el asunto. ¡Nada podría estar más alejado de la verdad! El tiempo no suaviza las cosas, sino todo lo contrario.
Cuando tengas un conflicto con alguien, espera un momento a que se calmen los ánimos y después comunícate con esa persona inmediatamente.

2. Inicia con tu compromiso

Dile a la persona aquello a lo que estás comprometido en tu relación con él/ella. Esto establecerá un contexto poderoso para que puedan tener una conversación difícil de una manera constructiva.
Por ejemplo, si tu compromiso es crear un equipo de trabajo altamente efectivo, recálcalo al iniciar la conversación.

3. Pídele permiso a la persona para hablar con ella

Pedir permiso indica tu respeto y ayuda a que el otro baje la guardia.

4. Asume responsabilidad en el asunto

Continúa la conversación asumiendo responsabilidad por tu parte en el asunto. Hacer esto es lo correcto, ya que si tienes un problema con alguien seguramente tienes algo que ver, además de que facilita que el otro asuma responsabilidad una vez que tú has hecho lo mismo.

5. Sé derecho, respetuoso, inteligente y conciso

No le des vuelta al asunto y di lo que tienes que decir, pero hazlo con respeto.
Además, es recomendable que seas conciso en tu comunicación de manera que tengas el mayor impacto posible y hables del comportamiento y no de la persona, de manera que no propicies que el otro se ponga a la defensiva.

6. Revisa lo aprendido y establece acuerdos a futuro

Revisar el aprendizaje lo fomenta, mientras que crear acuerdos asegura que ambas partes estén alineadas sobre el futuro.

7. Reconoce y agradece a la persona por haber tenido esta conversación contigo

Hacer esto demuestra tu aprecio por el otro y termina la conversación en un tono positivo, lo cual es importante, ya que seguramente ambos pensarán en el asunto después de la conversación.

Muchas personas piensan que ser derecho está peleado con ser humano en tu trato con los demás.

Considera que no es así; las relaciones más valiosas de mi vida, las que han sacado lo mejor de mí, han sido con personas que, por un lado, me aprecian y respetan y, por el otro, son derechas conmigo y me llaman a cuentas cuando lo tienen que hacer.

 

10 habilidades que necesitas para subir de puesto

  Si tienes buenas ideas para mejorar las cosas en tu trabajo diario, el próximo ascenso puede ser tuyo. Asegúrate de desarrollar las competencias

 de un buen jefe

 

 

¿Realmente haz desarrollado las habilidades necesarias para convertirnos en líderes en el futuro?

 

Los trabajadores observamos de manera crítica el desempeño de nuestrosjefes, cuestionamos su estilo de trabajo, sus decisiones, su manera deorganizar las actividades e incluso su personalidad.
La mayoría de nosotros hemos pensado que las cosas podrían hacerse mejor, que nuestros superiores cometen muchos errores, y que sonresponsables, en gran medida de los obstáculos que enfrentamos en eltrabajo diario.
Es sencillo pensar qué haríamos nosotros si estuviéramos en sus zapatos, pero ¿realmente hemos desarrollado las habilidades necesarias para convertirnos en líderes en el futuro?
El próximo ascenso podría ser el tuyo, así que te damos algunos consejos para trabajar en tus competencias de liderazgo.

1. Asume tu responsabilidad

Un líder es responsable de su equipo, de los resultados, de repartir el trabajo, de supervisar el desempeño de los demás, entre otras tareas.
A menudo se dice que un puesto de mayor jerarquía siempre implica mayor responsabilidad. Asumirla significa que respondes por el trabajo y por los resultados, sean buenos o malos. No es válido decir: ‘yo no sabía’ ‘no me informaron’ ‘x persona no hizo su trabajo’ estas y otras frases que evaden la responsabilidad están prohibidas para un verdadero líder.

2. Sal de tu zona de confort

Para alcanzar un alto nivel de liderazgo es necesario tomar riesgos y probar caminos nuevos. Ningún gran líder se ha caracterizado por utilizar siempre la misma fórmula.
No necesitas ser jefe para aprender a tomar riesgos, inicia hoy aceptando ese proyecto que nadie quiere tomar o aprendiendo una tarea que implica dificultad y reto.

3. Hechos, no palabras

Cuando estamos con otros colegas es fácil hablar de las fallas y decir qué haríamos diferente y cómo lo haríamos. Sin embargo, no sirve de mucho si no tomamos la iniciativa de proponer una nueva idea.
A menudo nuestro argumento es que las cosas no cambian, que no vale la pena el esfuerzo o que nadie nos escucha. La pregunta es ¿cuántas veces lo hemos intentado? La próxima vez que tengas una mejor idea para resolver un problema ¡comunícala!

4. No esperes retroalimentación ¡pídela!

Deja de esperar que tu superior se acerque para darte un informe detallado de cómo le parece tu desempeño. Tampoco esperes los periodos de evaluación –en caso de que los haya en tu empresa- para pedir retroalimentación.
Un líder efectivo no le teme a la crítica, la ve como una oportunidad de aprender. Tomar en cuenta la opinión de otros no solo te ayuda a mejorar, también te prepara para crear mejores ambientes de trabajo en el futuro.

5. Prepárate

Para dirigir a un grupo de trabajo es necesario conocer la operación de tu industria y actualizarseconstantemente, si aspiras a un puesto de mayor responsabilidad en el futuro, la capacitacióncontinua debe ser una de tus prioridades.
Puedes aprender cosas nuevas dentro de tu oficina, acercándote a otros departamentos o realizando tareas nuevas. También puedes buscar el conocimiento fuera de tu trabajo, invirtiendo en tu formación profesional.

6. Levanta la mano

Tener iniciativa es una de las cualidades que definen a un líder. Identifica las áreas en las que tu trabajo puede ser útil o hacer la diferencia y ‘levanta la mano’ para proponer un nuevo proyecto o hacerte cargo uno que esté en el olvido.
Ofrécete como voluntario para colaborar con otro departamento y ‘dar un plus’. Esto puede significar algunas horas de trabajo extra, pero también es una oportunidad de conocer la operación de otros departamentos, establecer relaciones útiles con tus compañeros de trabajo y desarrollar nuevas habilidades.

7. Practica la comunicación efectiva

Para ser un buen líder hay que saber comunicarse, tener una buena actitud y establecer relaciones positivas. Haz preguntas, comparte información útil, inicia conversaciones y sé cordial.
La buena comunicación está asociada con la inteligencia emocional, que permite regular nuestras emociones y mejorar nuestras habilidades sociales. Si además de ser una persona capaz, demuestras que puedes comunicarte de manera efectiva con otros, tendrás mucho a tu favor para lograr un ascenso.

8. Cuida tu imagen

Tu apariencia debe ser consistente con la persona que eres: responsable, disciplinada, creativa, innovadora, segura, etc.
No se trata de vestir para impresionar, sino de vestir para influenciar, para ser tomado en serio y generar confianza. Haz que tu apariencia comunique los atributos positivos que posees.

9. Ejercita tu disciplina

Un rasgo que comparten muchos líderes exitosos es la disciplina. De nada sirven los conocimientos y el talento si no eres capaz de enfocarte en proyectos concretos ¡y terminarlos!

10. Muestra humildad

Las personas más talentosas y exitosas no se sobrevaloran. Son capaces de admitir un error y entender los errores de otros. Sin duda buscarán la excelencia y tratarán de inspirar a su equipo para alcanzarla.
La humildad está asociada con una mente flexible y abierta al cambio, dispuesta a escuchar y a aprender todo el tiempo.